José Antonio Espinoza
Director
Cuando internalizamos que quien nos da la libertad financiera es Dios y sólo Dios… entonces podemos empezar a entender el propósito divino de nuestra fluidez financiera. Nunca olvidemos que la libertad financiera no solo es para proveer a nuestra familia y ser el instrumento para ayudar a otros… Recordemos siempre que somos el medio que Dios utiliza para continuar expandiendo las buenas noticias del mensaje de perdón, salvación, vida plena y eterna que por medio de Jesús todos podemos tener.
Es nuestra responsabilidad como cristianos buscar ser personas solventes, buenos administradores y ejemplo de superación. Siempre con la fe por delante.
Génesis capítulo 32, versículo 12, en la versión «Nueva Biblia al Día», dice: » Tú mismo afirmaste que me harías prosperar «.
«Tu mismo» se refiere a Dios mismo… en el proceso de obtener la libertad financiera debemos estar completamente convencidos que Dios está interesado en mejorar constantemente nuestras finanzas.
Posiblemente tengamos que hablar con Dios y pedirle perdón por nuestra falta de fe, ya que hasta ahora todo lo relacionado al área financiera lo hemos tratado de hacer con nuestro propio esfuerzo. Seguramente algunos han tomado atajos que no han traído sino dolores de cabeza, pero hoy tenemos la oportunidad de pedir perdón y empezar de nuevo.
TESTIMONIO:
» A veces nos sentimos perdidos, no sabemos que camino tomar, a mí me pasó. Gracias a este curso descubrí que la prosperidad que viene de Dios da paz y felicidad. «– Eduardo D. –