El Verdadero Regocijo… La Verdadera Satisfacción
Ender E. Sangronis L.
Pastor Lcdo.
¿Cuál es la mayor gloria de un hombre? ¿Qué será aquello que le llene de mayor satisfacción? ¿De qué se jacta Ud.? Por la vida transitan muchas personas que se ufanan de sus logros o hechos y piensan que todo lo alcanzado se debe sólo a ellos. Llegan a ser prepotentes y vanidosos. Y entre más reluciente sea el triunfo alcanzado, más se elevan por encima de los demás.
¿Será siempre cierto que la mayor gloria de un hombre no es lo que él ha hecho sino lo que Dios ha hecho por él?. Bien se puede decir que el descubrimiento del uso del cloroformo salvó al mundo de más dolor que cualquier otro descubrimiento médico.
Una vez alguien le preguntó a James Simpson, su descubridor, cuál era su más grande descubrimiento. Claro está, la respuesta esperada era: “El descubrimiento del cloroformo”. Pero Simpson respondió:“Mi descubrimiento más glorioso fue cuando supe que Jesucristo murió por mí en la cruz del calvario”
Este episodio me llevó al relato cuando los discípulos de Jesucristo regresaron después de una breve pasantía con este reporte: “… aún los demonios se nos sujetan en tu nombre” (Luc. 10:17). Lo más relevante para ellos de todo lo que aconteció fue que los demonios se les sujetaron. No se regocijaron de que habían sido recibidos con los brazos abiertos, o porque el mensaje hallara buena aceptación, o porque hubieran sido tenidos como dignos de ser enviados por Jesús, sino porque los demonios se les sujetaron.
Pero Jesucristo no le dió importancia a lo que ellos creyeron relevante. Les dijo: “Pero no os regocijéis de que los espíritus se os sujetan sino regocijaos de que vuestros nombres están escritos en los cielos” (V.20). De modo que el verdadero regocijo o la mayor gloria de un hombre es que su nombre esté escrito en el cielo.
Permítame preguntarle: “En el registro del cielo, ¿estará su nombre escrito? Haga esta sencilla oración: “Padre bueno, te doy gracias porque Cristo murió por mí. Hoy acepto tu perdón, y te pido que inscribas mi nombre en el registro que tienes en el cielo”.