Satisfacción vs Conformidad… ¿Qué es Más Real?
Ender E. Sangronis L.
Pastor Lcdo.
¿Qué será más difícil vivir con estrecheces o tener en abundancia sin perder la actitud de satisfacción? ¿Cuánto es suficiente?
En esta sociedad de opulencia, en donde los medios (especialmente) la TV, nos bombardean constantemente con la opción de una vida cómoda, práctica y fácil es casi inevitable no pensar en ello. Cada día se nos vende una vida de lujo; con equipos de cocina que aligeran las cargas a las amas de casa. Equipos que nos facilitan las cosas. Vehículos que se desplazan con chóferes virtuales.
¡Cuántos de nosotros no quisiéramos tener a la mano todas las ventajas de este mundo tan avanzado! El escritor Pablo dice: “… he aprendido a contentarme, cualquiera sea mi situación” (Fil. 4:11). Esto es lo que dice Pablo: En cualquier condición en que me encuentre he aprendido a arreglármelas. Contentamiento no significa resignarse o permanecer en una situación económica precaria.
El contentamiento es una actitud hacia la vida. Si le toca circunstancialmente estar en una “cueva” como en el caso de Elías, y sabe que así lo quiere Dios, entonces podrá encontrar paz y satisfacción en medio de esa situación. Alguien dijo: “Aunque no podamos elegir lo que nos pasa, por lo menos podemos elegir qué hacer frente a lo que nos pasa”.
Para expresarlo de manera positiva, lo que el apóstol nos dice aquí es que a él las circunstancias no lo dominan ni lo controlan. No importa en qué condiciones te encuentres, no debes llegar al punto en que sean ellas las que te controlen.
Pablo dice mi felicidad no depende de lo que me sucede. Mi vida, mi felicidad, mi gozo son independientes de las cosas que suceden.
Creo que es tiempo de preguntarnos: ¿Puedo ser humillado sin abrigar en mi corazón algún sentimiento de rencor o de amargura? ¿Puedo soportar la necesidad de vestido o de alimentos sin quejarme ante Dios? Tenemos que aprender a vivir sin dejar que las circunstancias afecten nuestra paz y nuestro gozo.
Palabra de Dios: «No lo digo porque tenga escasez, pues he aprendido a estar contento en cualquier situación.» Filipenses 4:11 (RCV)