La Biblia nos muestra que lo peor que podemos hacer en el área financiera es tener un ingreso lineal… que se mantenga estático… y cuando digo lineal me refiero a eso, un ingreso que no varía, no sube, no se multiplica, y claro, cuando hay cambios drásticos en la economía, y la inflación sube, recurrimos a préstamos para cubrir los gastos adquiridos, o peor aún, si perdemos ese ingreso; entonces las finanzas nos aprietan, nos ahogan, y en vez de vivir plenamente, la vida se convierte en sobrevivencia ya que hemos dejado nuestras finanzas vulnerables a los efectos negativos del sistema financiero que se nos ha enseñado.

Muchos cristianos al sentirse abrumados compran la mentira de la falsa humildad santa que el enemigo de Dios ha infiltrado entre los cristianos, y dicen: mejor es ser pobre pero honrados; pero es que no estamos diciendo que para tener libertad financiera debemos dejar de ser honrados, al contrario, cuando buscamos a Dios y su justicia, eso nos pone en el mejor camino para prosperar y ser felices.

Cuando internalizamos que quien nos da la libertad financiera es Dios y sólo Dios… entonces podemos empezar a entender el propósito divino de nuestra fluidez financiera. Nunca olvidemos que la libertad financiera no solo es para proveer a nuestra familia y ser el instrumento para ayudar a otros… Recordemos siempre que somos el medio que Dios utiliza para financiar y continuar expandiendo las buenas noticias del mensaje de perdón, salvación, vida plena y eterna que por medio de Jesús todos podemos tener.

Es nuestra responsabilidad, como cristianos, buscar ser personas solventes, buenos administradores y ejemplo de superación. Siempre con la fe por delante.